Nave de la Epístola
Inserta en la pared, y protegida por una reja, una pequeña hornacina, al igual que la que se conserva hoy en el Memlingmuseum, localizado en el Sint-Janshospitaal, en Brujas, Bélgica, decorada por Hans Memling, da cobijo a una reliquia de las once mil Vírgenes, sobre la que se coloca una cartela en la que se dice Dentro De Esta rexa esta vna cabeça de las II mil virgen, qe fueron martyrizadas en Colonia. La llegada de estas reliquias a Santa Inés, parten del patronazgo del señor Periañez, contador de rentas y mercedes de sus majestades en 1530.
En el mismo muro, se encuentra una de las obras más interesantes dentro del complejo de retablos que ornamentan la iglesia, es el retablo pictórico de la Virgen del Rosario. De él no se ha conservado ningún dato documental que nos permita identificar al ilustre pintor que plasmaría las escenas de la vida de la Virgen. Se trata de una obra, de pintura sobre tabla, que podemos fechar en el primer tercio del siglo XVI.
La composición que hoy presenta este bello retablo es el resultado de reorganización llevada a cabo en el siglo XIX, como consta en los libro mensal de la década de 1826 a 1836 en las cuentas del fin del trienio de la abadesa Sor María de los Dolores Carmona en 1826 […] El altar del sagrario queba nuevo, y el de Ntra Sra del Rosario y el de Ntra S de Nieva renovado[…], lo que nos ha impedido conocer la fisonomía primitiva de esta obra. Unos años más tarde, en 1829 con el fin del trienio de la abadesa Sor Josefa de Santiago, tenemos constancia de que se siguieron modificando algunos elementos de este retablo […] renovar el viril, y 2 repisas, en el altar de Nuestra Señora del Rosario[…].
Actualmente está compuesto por un banco formado por cinco tablas en las que se representan a San Blas, cuya devoción es venerada desde época fundacional por esta comunidad al ser el santo titular de la antigua ermita propiedad de Doña María Coronel, San Pedro, la Degollación de San Juan Bautista, el martirio de San Sebastián y la misa de San Gregorio. Sobre este se dispone un conjunto representaciones alusivas a escenas de la vida de la Virgen que quedan interrumpidas por la apertura de una hornacina en la parte central que guarda la pequeña escultura de una Virgen con el niño que podemos fechar en el siglo XVII
Retablo de la Virgen del Rosario (Fotografía de al autora)
En el muro de la epístola nos encontramos con un lienzo dedicado a la Virgen de Guadalupe y los retablos de San Blas y San Antonio de Padua. El retablo de San Blas, ubicado en el tercer tramo de dicha nave, es un retablo que podemos fechar a mediados del siglo XIX. Respondiendo a la estética neoclásica del momento, está compuesto de un solo cuerpo rematado de una cornisa, que actúa como remate de la composición. Posee una mesa de altar rectangular, ornada con filetes y guirnaldas vegetales doradas. El arco de medio punto que desempeña la función de hornacina, está flanqueado por dos parejas columnas corintias, las cuales muestras su tercio inferior acanalado. En ella se dispone la figura de San Blas que efectuaría el gran maestro escultor Juan de Mesa en 1617, para la desaparecida ermita dedicada al santo titular en la collación de Santa Marina, junto con el pintor Blas Martín Silvestre.
San Blas (Fotografía de la autora)
En el primer tramo de la epístola se ubica el retablo dedicado a San Antonio de Padua. Se trata de una obra formada por piezas comprendidas entre los siglos XVI y XIX. Dispuesto sobre un alto banco, pintado a la semejanza del jaspe, decorado con decoración de guirnaldas de telas encoladas, que responde a la estética utilizada en la retablística decimonónica. Sobre él, descansa el único cuerpo que compone el retablo, dividido en tres calles, una hornacina central en la que queda recogida la imagen de San Antonio de Padua, escultura de bulto redondo del siglo XVIII, y las pinturas laterales de San Juan Bautista y San Jerónimo fechables en el último tercio del siglo XVI.
Retablo San Antonio de Padua (Fotografía de la autora)
La pintura dedicada a la Virgen de Guadalupe. Es un lienzo que podemos documentar en el año 2006. El artífice de la obra es P.P Romero Benítez, bajo el mecenazgo de D. Joaquín Gaviño Colchero y su familia, sobrino de la fallecida Sor Clara. A pesar de ser una obra reciente, es muy importante mencionar su lugar en el templo. Actualmente la comunidad de Santa Inés está formada, mayoritariamente, por religiosas de origen Hispanoamericano. La llegada de esas hermanas a la clausura, fue en gran parte, gracias a la labor emprendida por la abadesa Sor Clara Gaviño. La obra es una muestra de gratitud a esta comitiva de monjas, que en reconocimiento a su presencia, mantienen viva la comunidad.
Virgen de Guadalupe (Fotografía de la autora )
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